Turismo para todos: Airbnb deja entrar en su fiesta a los huéspedes con problemas de movilidad.
Cada vez se escuchan retumbar más alto los ecos de la ola del “turismo accesible”; los inusuales huéspedes sentados en sillas de ruedas reclaman a gritos un hueco para ellos en la economía colaborativa y Airbnb ha reaccionado. Se trataba de un trozo del pastel al que se estaba renunciando sin saber demasiado bien por qué, obligando a los huéspedes de movilidad reducida a referirse a los tradicionales hoteles de toda la vida, y ni siquiera a todos ellos, si querían pasar unas vacaciones con la seguridad de poder disponer de los requisitos que conlleva su situación.
Hasta ahora, la plataforma líder en la gestión de alojamientos turísticos se había limitado a incluir un tímido filtro genérico de “apto para silla de ruedas”; triste y sin arrojar demasiada luz sobre las cuestiones del día a día de una persona con problemas de movilidad.
La labor de desarrollar las herramientas para garantizar la inclusión de este colectivo ha sido construida sobre una base potente. Airbnb adquirió en el año 2015 Accommable, una startup londinense especializada en viajes accesibles y han desarrollado mano a mano 21 filtros con el objetivo de adecuarse a las necesidades más específicas de los usuarios con movilidad reducida. Así, estas nuevas funcionalidades permitirán a los huéspedes que se mueven con silla de ruedas, por ejemplo, saber si los alojamientos disponibles en la web tienen un camino llano hasta la entrada o si los pasillos miden al menos 90 centímetros de ancho, entre otros muchos detalles.
Los 21 nuevos filtros aparecen organizados en seis categorías: acceso al alojamiento, desplazamiento por el alojamiento, dormitorio, baño, zonas comunes y aparcamiento.
El director del programa de accesibilidad de Airbnb, Srin Madipalli, que a propósito padece atrofia espinal muscular, anunciaba el proyecto como “el inicio de un histórico y excitante nuevo capítulo en nuestra misión de hacer más accesible los viajes para las personas con discapacidad de todo el mundo”, y el caso es que hoy es posible viajar en una silla de ruedas sin gastarte una fortuna, de la mano de Airbnb.
